La Poesía de Armando Tejada Gómez es un camino hacia nosotros mismos, una obra espejo del pueblo, porque la palabra de Tejada es parte de ese pentagrama del futuro que se escribe cantando, es una humana ventana para mirar la vida, porque la Poesía de Armando arde en nuestros corazones, con ese fuego que purifica y renueva, porque este poeta de la legua reúne en sus versos al rufián y al ángel, al cantor y a la ramera, y a todo aquella riqueza espiritual que expresa la hondura argentina.
Líder del nuevo cancionero, Tejada se propone hacer poesía con la conciencia popular, integrando las diversas voces de la Argentina en un gran canto, así, copleras del viento y hombres de río, chayas que saben a vinos de pobres, cuecas de tomeros, hombres de ají, canciones para forasteros y para niños en la calle.
Sin embargo, lo que más me interesa de la obra de Armando es su relación cercana con el canto, y esto me incumbe porque cuando la palabra es cantada por el pueblo, la palabra deja de ser palabra y se transforma en plaza, pan, pájaro, beso, recuerdo, bicicleta, revolución.
Locución: S. M. Tovarich
Idea y Guión: Pedro Patzer
Edición Artística: Fernando Salvatori
Producción: Fabiana Álvarez – Alejandro Carosella
Actor Invitado: Oscar Naya
Dirección Artística: Marcelo Simón
Etiquetas: Armando Tejada Gómez, Salamancas y caminos