En 2023, las exportaciones de gas a Argentina y Brasil cayeron en 50 por ciento, en comparación con 2021, debido a la baja de la producción nacional.
Según datos de la consultora especializada Gas Energy Latin America (GELA), este año a Argentina se exportaron 6,7 millones de metros cúbicos (m3), la cifra más baja en los últimos años y representa una caída del 50 por ciento en comparación con 2021, cuando se enviaba 12,8 millones de m3. En 2022 se mandó 10,5 millones de m3.
Las exportaciones a Brasil siguen la misma tendencia, pues en 2021 se enviaba 29,95 millones de m3; en 2022 el cupo se redujo a 17,56 millones de m3 y en 2023, a 15,52 millones de m3 día. La baja también es cercana al 50 por ciento
El analista en hidrocarburos y director del GELA, Álvaro Ríos, indicó que Bolivia redujo el envío de gas a los países vecinos por la baja considerable en la producción nacional. “Bolivia no tiene gas para enviar más (a Argentina), por eso, tuvo que reducir su envío a Brasil para dar un poco más (a Argentina)”, dijo.
Este año la producción nacional de gas cayó a 34 millones de m3, lo que representa casi el 50 por ciento, en comparación con 2016, cuando el país producía 61 millones de metros cúbicos. La baja fue de 4 millones de m3 cada año, según el GELA.
Si la situación continúa así, en 2029 la producción llegará a 15 millones de m3 día, cantidad que sólo cubre la demanda interna del país, por lo que ese año se podría dejar de exportar para abastecer la demanda interna. Esa misma gestión, el país podría destinar unos 5 mil millones de dólares a la importación de combustible, dijo el analista.
“Estamos a seis años de eso. En tiempos exploratorios, es un tiempo muy corto. Entonces, cuando no exportemos nada vamos a tener muchas más importaciones. Como consultora, estimamos que vamos estar entre 4.500 y 5 mil millones de dólares anuales, dependiendo del precio del petróleo”, dijo.
Para Ríos, esa situación es muy compleja porque no hay con qué reemplazar esas exportaciones. “Y encima se torna más problemático cuando casi el 50 por ciento es un subsidio. La solución es una profunda reforma en el sector”, dijo.
Fuente: Los Tiempos, Bolivia
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