Por Eladio Arregui.
Siempre hay lugar para el asombro.
Aunque en este mundo globalizado e hipertecnológico nos avasalla, y sino piense, reflexione conmigo. ¿Se le cruzó alguna vez que un virus nos iba arrebatar la vida como lo hizo?
¿Que nos cercenaría la libertad como lo hace?
No... Nunca. Ni en sueños.
Muchas situaciones que pasan, que nos hacen pensar, que nos conmueven y movilizan nuestras fibras han ocurrido.
No quiero exagerar pero la gran mayoría jamás pensó que Lionel Messi, se iba a ir del Barcelona como está ocurriendo, de la manera que se da.
No voy a caer en comparaciones pero Messi es para nuestro tiempo el más grande de todos, porque los demás no tenían el mundo globalizado y tecnológico que transporta en vivo a todos lados.
Pelé, Di Stefano, Diego y los que se les ocurra no tuvieron esa herramienta. Messi si, por eso es el más grande de todos los tiempos.
Porque además pudo convivir con el talento único e irrepetible dentro de la cancha, afuera que es lo más difícil. No caer en tentaciones, ser y no parecer, por eso en Brasil querían que pierda su Selección, para que gane Messi, no Argentina. Se le cruzó a ud ese pensamiento por su mente. No me mienta, es imposible.
Y ahí está lo más difícil de entender.
Cómo es posible que el Barcelona, la liga española y los que tengan que ver, dejen ir a la gallina de los huevos de oro, así como así, es inentendible, siguiendo con la linea que vengo contando.
No quiero hablar de los números de Messi, porque salen en todos lados junto a una palabra que figura casi siempre: RÉCORD, como si el apellido de Messi en algún lugar mitológico signifique récord y no estoy exagerando.
Cuantas preguntas tenemos, que por el momento no tienen respuesta.
Solo digo en voz alta, como dijo García Márquez: "No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad".
Messi, sé feliz. Lo demás no cuenta.
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