En 2004 el Conicet y la UNL patentaron una construcción genética que contenía el gen Hahb-4 y lo licenciaron a la empresa argentina Bioceres conformando una alianza pública privada exitosa. Con esta tecnología las plantas tienen una tolerancia superior en periodos de sequía y un rinde mucho mayor. Como diferencial este gen mejora la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés, sin afectar su productividad. Matias Ruffo, gerente de producto y tecnología de Bioceres, explicó en Campo en acción las expectativas que genera este lanzamiento que se presentará en los próximos días.
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