La Convención Nacional del radicalismo que se realizó esta semana en Parque Norte no va a pasar a la historia. Sí lo hizo el discurso que pronunció Raúl Alfonsín en ese mismo lugar. Parque Norte 1985 – Parque Norte 2023. Contrastamos la densidad política, teórica; la proyección estratégica del primero con las pequeñeces escritas el documento que salió de la Convención Radical de esta semana, donde el debate se limitó a ampliar o no la Coalición Juntos por el Cambio. El Parque Norte de 1985 fue otra cosa. Alfonsín empezó diciendo o preguntando democracia ¿qué democracia? La pregunta no fue “con quién nos aliamos en las próximas elecciones”. La mirada iba mucho mas allá. Su discurso articuló la tríada democracia participativa – ética de la solidaridad y modernización. Era un ideal de democracia que no limitada al voto de representantes sino que además incluya instrumentos como el plebiscito y el referéndum con rango constitucional. La ética de la solidaridad era una ética individual,  social y también a ser practicada desde el Estado a la hora de resolver eficazmente los problemas de justicia social. La modernización era económica, del Estado y - dijo Alfonsín- no debe ser tecnocrática.  Se trataba de una modernización de las estructuras productivas del país guiada por la ética de la solidaridad. La modernización del Estado no estaba orientada por el principio de Martínez de Hoz, “achicar el Estado para agrandar la Nación”, asumido como propio por de las derechas y aún del radicalismo actual. Se trataba de incorporar innovaciones institucionales  que gestionen las reformas incluidas en su discurso. No privatización de empresas públicas, sí un Estado eficiente para garantizar la gobernabilidad de una democracia de nuevo tipo. El gobierno de Raúl Alfonsín no aprueba una evaluación realizada con su propio discurso, el pronunciado en Parque Norte el 1 de diciembre 1985. La democracia quedó limitada a las formas. La modernización económica devino Plan Austral con medidas exigidas por FMI para avanzar en las negociaciones para el pago de la deuda externa dejada por la dictadura. No se convocó a un plebiscito o referéndum para conocer la opinión del pueblo sobre esta deuda. Si había que pagarla o no. La democracia participativa, la modernización y la ética de la solidaridad no ocurrieron. Pero este fracaso de Raúl Alfonsín, la no concreción en la realidad de su discurso de Parque Norte en 1985, es más digno que eventuales triunfos electorales del radicalismo como consecuencia del Parque Norte 2023.

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