El violento impacto se produjo en la madrugada de ayer y tuvo como protagonista a un auto que estaba estacionado frente a la casa de su dueño. De acuerdo al testimonio del propietario, fue envestido por otro vehículo que conducía un joven en estado de ebriedad.
El vehículo chocado es un Ford Falcon, modelo 92, con paragolpes cromados (original) que terminó sobre la acequia en la avenida Ballofet al 1089. Estaba estacionado de Sur a Norte en la vereda del costado Este y ha quedado mirando de Norte a Sur dado la fuerza del impacto.
El dueño, Pedro García, manifestó su amargura y preocupación porque el Falcon es su herramienta de trabajo.
Pedró contó que ayer en la mañana, a las 7 recibió el llamado de la policía para avisarle que le habían chocado el auto. “yo estaba durmiendo y dejé el auto estacionado normalmente –contó- cuando me levanto y salgo descalzo a la vereda, no veo el auto y pensé que me lo habían robado. Luego volví, me puse los anteojos, porque no veo bien y me calcé –continuó- cuando salí un poco más, vi al otro auto que me había chocado que estaba incrustado en el auto mío”. Era un Peugeot 405.
El hombre comentó que el joven que manejaba estaba ebrio y al acompañante se lo llevó la ambulancia.
García ha consultado a un par de talleres que presupuestaron el arreglo de la chapería en más 80 mil pesos. “Me dijeron que estaba descuadrado, los parantes todos torcidos” entre otras complicaciones.
El auto que provocó el choque es del padre del joven y si bien, “sí tiene seguro”, comentó García, “tengo entendido que no se responsabiliza porque el joven estaba ebrio”, de allí la preocupación del señor “porque yo vivo al día y trabajo con el auto, llevo a mi hijo al jardín” –dijo Pedro.
Moyano sería el apellido del joven causante del siniestro.