Este jueves se confirmó la imputación de los policías Lucas Gómez y Javier Alarcón por el asesinato de Valentino Blas Correas de 17 años. El hecho que conmocionó a la sociedad cordobesa no es una excepción y se da en el marco de una aumento de la violencia institucional durante el aislamiento obligatorio. "Es el cuarto caso de gatillo fácil que se denuncia en Córdoba desde el inicio de la pandemia", advirtió Valeria Plaza, investigadora del Conicet , docente y coordinadora del programa de extensión Seguridad y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC.
Según el relevamiento realizado por el programa, los hechos anteriores fueron presentados mediaticamente como enfrentamientos en supuestos intentos de robos según la versión policial, por lo que la investigadora sostiene que es importante pensar por qué se toma por cierta esa versión y de que manera la justicia trabaja para esclarecer los hechos. "Además aunque fueran intentos de robo corresponde un proceso penal no el disparo por la espalda", señaló.
"Esto no es algo nuevo y aislado es parte de un conjunto de prácticas en las cuales tanto el control judicial esta bastante ausente como también el control social y político. Hay que activar esos controles para evitar las violencias que queremos erradicar como la ejecución de un joven. Es imposible pensar un pacto social con una policía que actúe de esa manera", manifestó Plaza.
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